El homicidio del pequeño Jorge Luis sigue impune.

A cuatro días de haber ocurrido, las autoridades no han logrado localizar a los responsables.

El niño de 13 años de edad fue sepultado por sus familiares, entre ellos sus padres, quienes exigen justicia.

Los deudos les piden a las autoridades que capturen a los homicidas y que les apliquen todo el peso de la ley.

Aseguraron que Jorge Luis era un niño tranquilo y muy querido por los vecinos porque siempre era muy amable.

Como lo dio a conocer ayer martes 15 de marzo, los padres del menor, como todas las noches, salieron a vender tacos el sábado 12 de marzo a unas calles de su domicilio, en el municipio de Xochitlán Todos Santos.

Como Jorge Luis ese día decidió no ir con sus abuelos, se quedó en su casa viendo la televisión.

Mientras sus padres vendían, unos hombres entraron para llevarse objetos de valor.

Sin embargo, antes de escapar torturaron al niño de 13 años de edad y lo asesinaron de dos balazos en la cabeza.

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