Maestra torturaba a niña de 3 años; creen que era por racismo
Maestra torturaba a niña de 3 años; creen que era por racismo


Nadie esperaba eso de la mestra

La captura fue totalmente inesperada. Carmen estaba lejos de pensar que lo sufrido por aquella niña se iba a conocer. “Le pedimos la cédula y se procedió a materializar la operación, le leímos sus derechos, e incluso algunos policías tuvieron que reaccionar porque su familiar se alteró. Le gritaba que él sabía que a ella la iban a atrapar por robarle plata a su padre. Aquel día quedamos muy sorprendidos”, recordó el investigador.

Los docentes que trabajaban con ella no lo podían creer. La tenían en un buen concepto. De hecho, la describían como una profesional responsable y cariñosa. Al otro día estaban organizando plantones para exigir su libertad. Pronto se dieron cuenta, en los medios de comunicación, de los escabrosos detalles por los que estaba siendo judicializada. Ahí frenaron sus intentos de ‘velatones’ y acciones para exigir su libertad. A la segunda convocatoria nadie quiso asistir.

La fiscal del caso le imputó los delitos de actos sexuales agravados y tortura. “Esa niña de solo tres años fue sometida a la burla frente a sus compañeros. El trauma es grande. Los daños psicológicos que le causó su victimaria serán muy difíciles de superar”, dijo la fiscal.

De Carmen se sabe que es una mujer de 44 años, que se desempeñaba como docente desde hace varios años y en salones de niños muy pequeños. Era oriunda del Chocó, pero estaba radicada en Bogotá desde hacía años.

La mujer dijo ser inocente de lo que se la culpaba, pero es algo de esperar debido a que la ley de infancia y adolescencia dice que cuando los delitos se cometen en contra de los niños, así se acepten los cargos no hay descuentos de pena. “Lo único que se lograría es que el proceso cursara más rápido, por eso es poco probable que alguien se declare culpable en estos casos”, dijo la fiscal.

Causa mucha extrañeza este caso. Carmen vivía con sus dos hijos, ambos son profesionales. Nadie sabía el secreto que guardaba esta mujer. “No sabemos si pasó con más niños. Algunas víctimas son más fuertes y se afectan menos, pero Sofía no, ella sufrió mucho, lloraba. Sentía pánico cada vez que le mencionaban la idea del volver al colegio”, recordó la fiscal.

De este caso se resalta la labor de la docente que conoció la denuncia por boca de la niña. Activó la ruta con el colegio de inmediato y esto permitió que la denuncia se hiciera efectiva.

Carmen fue enviada a la cárcel El Buen Pastor. “Recuerdo que en la Unidad de Atención Inmediata lloró todo el tiempo. Todos nos preguntábamos qué la habría llevado a maltratar así a esa niña específicamente”, dijo uno de los investigadores.

Hay muchas teorías sobre este caso, pero aquella niña rubia, de ojos verdes y tez blanca despertaba un peculiar odio en Carmen. “Creemos que aquí hay un caso de racismo. Ella sentía desprecio. Es como si considerara que aquella niña era demasiado perfecta y eso despertaba odio, resentimiento”.

Los expertos manifiestan que muchas veces, cuando se hace el perfil de un agresor, se encuentra que ellos siempre escogen a sus víctimas, analizan su perfil. Eso explica por qué en algunos casos de abusos en núcleo familiar unos niños son violentados y otros no. Los abusadores sexuales saben cómo trabajar a sus víctimas para que no los denuncien, es más, para que sientan una profunda culpa.

En otros casos los niños piensan que los tocamientos indebidos no son malos. Los agresores hacen que normalicen estas actitudes dándoles a entender que sostener esas relaciones no es un delito. Por eso muchas víctimas denuncian cuando ya son adultas y se dan cuenta de que eran vulneradas.

Los niños también suelen caer en la retractación luego de una denuncia porque han sido amenazados de que si hablan, su núcleo familiar se podría desmoronar ante ellos.

Lo cierto es que buscan explicar por qué Carmen Maritza Ortiz odió tanto a su alumna hasta provocarle daños irreversibles.

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