Los últimos años han sido muy emocionantes, los avances de las subdisciplinas de la Inteligencia Artificial se han notado cada vez más. No cabe duda de que el fenómeno de masificación del término IA inició hace muchos años con la ciencia ficción. Sin embargo, hace menos años se retomó el interés sobre esta ciencia gracias a que algunas empresas visionarias lanzaron sus aplicaciones al público en general. Uno de los objetivos principales de adelantarse a sus competidores, que me atrevo a apostar con mucha confianza, es que quisieron poner a prueba sus modelos de IA para mejorarlos; esto gracias a la gran cantidad de datos generados por usuarios reales.

Al mismo tiempo que muchos nos maravillábamos por los alcances de la IA, muchos otros se veían alarmados por el uso inadecuado de las herramientas existentes. Claro, sin saber cómo funcionan las herramientas y ni siquiera “leer el manual”, ¿cómo las personas podrían utilizarlas de la manera correcta? Así que empezaron las regulaciones para el uso de IA en diferentes países. Estamos en el punto de que las personas saben que existe la IA, en muchos lugares se prohíbe o restringe su uso, pero muy pocas personas entienden qué es la IA, cómo funcionan los sistemas computacionales inteligentes, sus usos y limitaciones, pero también su verdadero potencial y como tenerlo a su favor en el día a día. Sí, las herramientas de IA usadas del modo equivocado pueden hacer mucho daño, pero, por otro lado, también nos ayudan a ser más efectivos y eficientes, más productivos y hasta más creativos.

Desde muchas perspectivas se puede analizar este tema, pero me quiero enfocar solo en dos: la inclusión y la adaptabilidad. La adaptabilidad es crucial para tener éxito en el aprendizaje de nuevas herramientas tecnológicas que utilizan inteligencia artificial y desde el punto de vista empresarial, es esencial para mantenerse en la competencia en un mercado cambiante donde las herramientas tecnológicas con IA se actualizan constantemente. Por otro lado, quienes desarrollan soluciones con IA deben estar dispuestos a aprender y adaptarse a nuevas herramientas para poder crear aplicaciones innovadoras y de vanguardia. Si hablamos del usuario final, la adaptabilidad es importante para poder aprovechar al máximo las herramientas tecnológicas con IA.

A medida que estas herramientas se integran más en nuestras vidas, debemos estar dispuestos a aprender y adaptarnos a nuevas formas de interactuar con la tecnología para poder sacar el máximo partido de ellas. Este no es el tiempo para quedarnos inamovibles frente a lo nuevo, porque “nada es permanente, excepto el cambio” (Heráclito), “el que es flexible sobrevive; el que es rígido se rompe" (Lao Tzu) y “el secreto del cambio es enfocar toda tu energía, no en luchar contra lo viejo, sino en construir lo nuevo” (Sócrates).

Enfoquemos entonces nuestra energía en cambiar la manera de entender lo cotidiano y de adaptarnos a las nuevas tecnologías; necesitamos aprender más y mejor. Esto no es sostenible si no pensamos también en la inclusión. Debemos realizar acciones efectivas para que el potencial de las herramientas tenga un mayor alcance. Por ejemplo, en el ámbito académico no debe evaluarse igual a dos personas, una usando la versión ultra-mágica-premium de una herramienta que le redactó el ensayo de una manera perfecta y otra persona que realizó un proceso de pensamiento que le llevó a construir y comunicar una idea. Este caso sería diferente si se desarrollan estrategias para que las mismas dos personas utilicen las herramientas con IA como un tutor personalizado a sus diferentes estilos y preferencias de aprendizaje, que les ayude a encontrar información que puedan analizar de manera crítica, que puedan interactuar con otras personas en equipo para discutir las propuestas y acordar soluciones para luego presentar oralmente todo su análisis frente al grupo. Esto significa que el profesorado en todos los niveles esté dispuesto a ser flexible y adaptar nuevos esquemas de aprendizaje. Si quisiéramos llevar el ejemplo a otro contexto, tendríamos una analogía similar.

En UDLAP sabemos de la importancia de que el aprendizaje llegue al mayor número de personas posible, con todos los diferentes estilos de aprendizaje, con todas las diferentes capacidades e intereses, y desde diferentes perspectivas de las áreas de estudio. En el tema de Inteligencia Artificial es similar y nuestra propuesta es “Divulgación X+IA”, donde X es cualquier área de estudio; esto es, que todas las carreras usen IA para mejorar sus resultados. Hoy los medios para aprender se han incrementado; ahora las aplicaciones de chat, Internet, plataformas de estudio en línea, y hasta las redes sociales son medios de información. Pero no todo está dicho, ni todo está hecho, hay una brecha muy grande que cerrar para que además de tener la información, la modelemos en conocimiento y en competencias para poder enfrentarnos y solucionar los nuevos retos. Tenemos el reto de enseñar y aprender los nuevos términos, el nuevo lenguaje de la tecnología que nos permite hacer nuestro el conocimiento, para hacer más y mejores cosas. Y, sobre todo, tenemos la responsabilidad de incluir en este movimiento a quienes deseen sumarse y a quienes aún no saben que quieren sumarse. Divulgación con inclusión, y adaptabilidad al cambio es lo que nos motiva.

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