Hoy fue un día trágico en el estado de Puebla. Primero se reportó una emboscada en Chignahuapan donde asesinaron a cuatro policías estatales; luego una volcadura de autobús rumbo a Huehuetlán El Grande en el que murieron dos personas y después un auto se hundió en el canal de Valsequillo y cuatro de sus tripulantes fallecieron.
Sin dejar de lado la tragedia que implican esos dos últimos accidentes, hay que decir que lo ocurrido en Chignahuapan es grave.
Primero porque se trata de una afrenta a las autoridades y segundo, porque el gobierno del presidente municipal de Chignahuapan con licencia, Lorenzo Rivera Nava, hasta hoy que ocurrió la emboscada se limitó a lanzar una alerta en un escueto comunicado de prensa: “en los últimos días, específicamente en esta zona, se han incrementado sucesos de este tipo”.
¡Vaya revelación! Por supuesto que su advertencia resulta tardía e irresponsable, pues si realmente estuviera preocupado por la seguridad en su municipio, debió hacer pública la situación cuanto antes y tomar medidas al respecto. ¿O usted qué opina?
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Con el segundo debate presidencial de este domingo se calientan motores para los que se realizarán en Puebla.
Los debates en el estado empezarán el 8 de mayo con quienes buscan la primera posición del Senado, el 12 de mayo será para la gubernatura y el 15 de mayo, para los aspirantes a la segunda fórmula del Senado.
Habrá que ver si el interés nacional se replica a nivel local para garantizar el éxito de esa práctica democrática de confrontar ideas.
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Quien demostró sus dotes de comerciante y de paso alivió el calor de las campañas fue Alejandro Armenta Mier.
Resulta que durante un evento realizado en San Miguel Canoa, el aspirante a la gubernatura compró el producto de un carrito de helados para regalar a los asistentes y despachó además con bastante destreza.
Más de uno de los simpatizantes pudo refrescarse en medio de un proceso electoral que se ha vivido en medio de las altas temperaturas.
