Millones de peregrinos acuden a la Basílica de Guadalupe en Ciudad de México, a visitar a la Virgen de Guadalupe, pero también le rinden culto en alguno de los cientos de templos que están dedicados a la Guadalupana, como es la Iglesia de los Jarritos en Cuetzalan.

En México, la celebración de la Virgen de Guadalupe el 12 de diciembre es la efeméride religiosa más importante y en Puebla hay 13 templos dedicados a la Virgen de Guadalupe y uno más a Juan Diego. Uno de los más famosos es la Iglesia de los Jarritos.

Este Santuario de Nuestra Señora de Guadalupe se ubica en Cuetzalan, Pueblo Mágico de Puebla.

El nombre de la Iglesia de los Jarritos se debe a que la torre del templo está decorada con jarritos de barro, encadenados como si se tratara de un Rosario.

Iglesia de los Jarritos. El santuario guadalupano de Cuetzalan
Iglesia de los Jarritos. El santuario guadalupano de Cuetzalan

Esta decoración se explica porque Cuetzalan fue hace muchos años un lugar con una alta producción de ollas y cazuelas de barro.

Se estima que esta iglesia terminó de construirse en 1895. Sobre su origen, la versión más difundida señala que fue construida por el arquitecto Violet Le Duc, quien se inspiró en el Santuario de Nuestra Señora de Lourdes.

La fachada tiene un estilo neogótico; la torre de su campanario es muy alta y delgada, se levanta sobre el paisaje de Cuetzalan con sus característicos jarritos de barro.

Iglesia de los Jarritos. El santuario guadalupano de Cuetzalan
Iglesia de los Jarritos. El santuario guadalupano de Cuetzalan

En el atrio del templo hay un cementerio, en el cual las tumbas tienen ornamentos de diferentes estilos.

Apariciones de la Virgen de Guadalupe

Hace 487 años, el 9 de diciembre de 1531, la Virgen de Guadalupe se apareció por primera vez al indio Juan Diego, en el cerro del Tepeyac. La Virgen le pidió que le dijera al obispo Juan de Zumárraga, que deseaba que le fuera construida una Iglesia en el lugar de la aparición.

Juan Diego le transmitió el mensaje al obispo, quien no le creyó.

Ese mismo día, al volver a pasar por el cerro, la Virgen se apareció de nuevo a Juan Diego, quien le dijo la respuesta del obispo. María le pidió insistir en su encargo.

Al día siguiente, Juan Diego volvió a encontrar al obispo, quien le pidió pruebas.

La tercera aparición de la Virgen de Guadalupe ocurrió ese 10 de diciembre, cuando Juan Diego le comunicó el mensaje del obispo.

Al día siguiente Juan Diego no acudió al encuentro para recibir las pruebas que la Virgen le prometió, debido a que su tío Juan Bernardino enfermó de gravedad.

Un día más tarde, el martes 12 de diciembre, Juan Diego salió apresurado a buscar a un sacerdote para su tío, cuando la Virgen se le presentó y lo consoló y le dijo que su tío había sanado.

Le pidió subir a la cima del Tepeyac para cortar varias flores.

Juan Diego encontró flores muy hermosas y la colocó en su tilma. La Virgen le pidió que se las presentara al obispo.

Cuando se encontró frente al obispo, Juan Diego abrió su tilma, dejando caer las flores. En la tilma apareció la imagen de la Virgen de Guadalupe.

Ante la revelación el Obispo y los demás se postraron con gran asombro.

Cuando Juan Diego fue a ver a su tío Juan Bernardino, lo encontró recuperado y le narró que la Virgen también se le había aparecido y que le había pedido que contara lo de su curación al obispo. Esta fue la quinta aparición de la Guadalupana.

(Con información de Unión Puebla y )

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