La Navidad está a la vuelta de la esquina, por lo que muchos han empezado a colocar los adornos de la época más esperada del año, para sentir el espíritu navideño peeero… ¿sabías que, según la tradición católica, hay días específicos para colocarlos y adornarlos?

Así que no te anticipes, aquí te decimos cuándo se debe poner y por qué en esa fecha exactamente.

¿Cuándo se debe colocar el árbol de Navidad?

De acuerdo con la tradición católica, este 2022 el día indicado para poner el árbol de Navidad es el 27 de noviembre, pues en esa fecha inicia el Adviento, que culmina el 18 de diciembre.

El Adviento es el periodo oficial de preparación espiritual para el nacimiento de Cristo y comienza cuatro domingos antes de esta celebración. Además, representa también el comienzo del año litúrgico católico.

Día de la Inmaculada Concepción

Otra fecha de referencia para poner el árbol de Navidad es el 8 de diciembre o Día de la Inmaculada Concepción.

Así lo estableció al menos el Papa Pío IX, en el año 1854, como el día en el que la Virgen María "fue preservada por privilegio único de la mancha original desde el primer instante de su Concepción" y bajo esta tradición, también sería la fecha indicada para colocar el nacimiento.

Mientras que la Asociación Británica de Cultivadores de Árboles de Navidad, sostiene que el 1 de diciembre es la fecha exacta para decorar un pino natural, ya que comprar uno antes lo dejará seco y sin brillo.

¿Cuándo se quita el árbol de Navidad?

Si bien no existe una fecha específica para removerlo, las creencias y tradiciones católicas señalan que el pino navideño debe desarmarse el Día de Reyes, es decir, el 6 de enero.

Sin embargo, como mencionamos antes no hay una fecha exacta para retirarlo, hay quienes prefieren dejar el árbol hasta el 2 de febrero, fecha en que se celebra el Día de la Virgen de la Candelaria, que es cuando oficialmente se termina la temporada navideña.

¿Cuál es el significado del árbol de Navidad?

El árbol de Navidad es un elemento decorativo, pero con un gran significado e importancia dentro del festejo.

La historia de esta particular y longeva tradición proviene de muchos siglos atrás. Y es que antes de la llegada del cristianismo a Europa ya existía un cierto culto a un árbol adornado al que los nórdicos le llamaban Yggdrasil.

Los vikingos tenían la costumbre de celebrar el nacimiento de Frey, el dios del sol y de la lluvia y señor de la vegetación cada 26 de diciembre, por eso, cada año lo conmemoraban con un árbol de hoja perenne.

Sin embargo, tras la evangelización, con la llegada del sacerdote Bonifacio, ese árbol se derribó y fue sustituido por otro y le llamó “el árbol del Niño Jesús”, como símbolo de paz y solidaridad.

El árbol fue adornado con manzanas que representaban las tentaciones y con velas que significaban la luz del mundo y la gracia divina. La tradición se extendió por Europa durante la Edad Media y llegó a América con la conquista española.

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