Todos conocemos la Terminal Central de Autobuses de Pasajeros de la Ciudad de Puebla (CAPU), ya sea para viajar hacia algún estado o para recibir a alguien, pero, alguna vez te has preguntado ¿Cómo fue que esta estación de autobuses nació?, si deseas saber cuál es la historia de este lugar, a continuación, te la contamos.
Localizada al norte de la ciudad de Puebla (a 4 km al noroeste del Zócalo de la ciudad y a 1.5 km de la autopista México-Puebla), la CAPU es considerada una de las terminales de autobuses más grandes de América Latina, tanto en sus dimensiones como en la proporción del flujo y servicios que ofrece.
Hoy en día la Terminal CAPU comunica a la ciudad de Puebla vía terrestre con 30 entidades federativas de nuestro país y se inician los viajes a Centroamérica.
Historia de la CAPU
En los años 70, la ciudad de Puebla comenzó a tener un crecimiento significativo. Gracias a esto, personas de otros municipios y estados emigraron a nuestro estado buscando una oportunidad de crecimiento.
Las principales terminales de camiones se localizaban en el Centro Histórico, como, por ejemplo, la estación que se encontraba en la avenida Juan de Palafox y Mendoza y calle 6 Norte, donde los camiones se estacionaban en vía pública, causando inconformidad entre los habitantes y pasajeros.
Fue entonces que, a finales de 1979, se planeó construir una terminal donde los camiones foráneos y suburbanos, pudieran ofrecer un mejor servicio y eliminar el tráfico del Centro Histórico.
En 1983 comenzaron las obras de construcción de la nueva central de autobuses, abarcando 47,800 m2 de edificación y 55,000 m2 de bandas de rodamiento, avenidas internas, estacionamientos y áreas verdes, en un predio de la junta auxiliar de San Felipe Hueyotlipan.
Tras cinco años de construcción, fue inaugurada el 5 de mayo de 1988, por el entonces presidente de la República Mexicana, Miguel de la Madrid Hurtado y el gobernador del Estado de Puebla, Mariano Piña Olaya.
Desde su creación, la CAPU no ha dejado de modernizarse. Primero, en 1990 se inició el proyecto para que, dentro de la terminal, hubiera locales que ofrecieran a los visitantes y poblanos servicios de comida y diferentes artículos.
En la década de los 2000, se construyó un paso a desnivel en bulevar Norte y se habilitaron túneles de acceso a su bahía de servicio urbano. En ese entonces, se creó el servicio de boletos de taxi al interior de la terminal y las escaleras eléctricas.
En 2012 tuvo su última intervención, ahora con nuevas tiendas de conveniencia, sanitarios, guardaequipajes y salas de espera.
